- No solo han continuado abasteciendo a sus comunidades en medio de los confinamientos. También han acogido, escuchado y liderado la ayuda a sus vecinos. Son actores claves de sus localidades.
“Yo soy la tía de Coyhaique. Así me dicen”. Con esa frase, Enerina Ávila Farías resume el lazo que tiene con su ciudad. Soltera, de 54 años y tres hijos profesionales, comenzó vendiendo empanadas afuera de oficinas y colegios y a punta de empuje y trabajo, fundó hace 14 años el minimarket “Alexis”, uno de los principales de la localidad.
Enerina cuenta que la pandemia ha sido desafiante. Le ha ido bien en su negocio, pero percibe constantemente el miedo en la gente. Eso la ha motivado a estar aún más cerca de sus vecinos. No solo vendiendo lo que ellos necesitan, sino que poniéndose a disposición de su comunidad de distintas maneras.
“Muchos no se atrevían a venir al local y empezamos a hacer delivery; otra veces, la gente se venía caminando y los llevábamos de vuelta en auto a su casa sin cobrarles, para que no anduvieran cargados. Tengo las llaves de muchos abuelitos, les llevo víveres y los acompaño. Y acojo a la gente en mi local. Muchos vecinos se han separado y vienen aquí a contar sus historias”, detalla desde Aysén.
Ella es uno de los numerosos almaceneros del país que, de manera silenciosa, están jugando un valioso rol en su comunidad. Ya sea ofreciendo nuevos productos -que antes sólo se adquirían en farmacias y supermercados-, escuchando y ayudando de diversas formas a sus vecinos, contribuyen a fortalecer los lazos de su localidad.
“Esta pandemia ha activado los vínculos más locales. Somos seres sociales y necesitamos de los otros. El almacenero, en particular, al ponerse al servicio de los otros, ha jugado un papel importante. Está armando esa red entre vecinos y, así, articulando su comunidad”, explica la socióloga María Paz Trebilcock, académica del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado.
Luis Marín, dueño del almacén y botillería “El Pollo” de Calbuco, región de Los Lagos, también ha aportado este grano de arena. Cuenta que al comienzo apoyó ollas comunes y que ahora está enfocado en ayudar con algo fundamental: Insistir en el uso de la mascarilla y reforzar las medidas para prevenir los contagios.
“Los almaceneros se han convertido en tablas de salvación para sus comunidades al abastecer en momentos de cuarentena y han cumplido un rol de contención emocional, al acoger y escuchar a los vecinos. Hoy tienen la oportunidad de empoderarse como líderes sociales. Mi llamado es a que usen la tecnología, para que los almacenes recuperen el sitial que antes tenían”, agrega Paola Jarami Mass, Gerente de Consultoría de CITS.
Consejos de CRECCU para potenciar el rol social de almaceneros
- Saluda y escucha con atención a tus vecinos.
- Convierte tu local en un punto de encuentro: mantenlo limpio, con música alegre y cuando se pueda, ubica mesas y genera lugares con sombra para poder conversar.
- Ayuda a transportar cargas pesadas de tus clientes.
- Pide ayuda cuando la necesites.
- Promueve campañas para colaborar con tu comunidad. Si te animas, trabaja con la junta de vecinos en el levantamiento de información de proyectos claves.
- Recomienda otros locales. Ayudar a otros fortalece la convivencia.
**REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA ENCCUENTRO DE ABRIL, PARA REVISARLO HACER CLICK AQUÍ
