Mujeres en CCU: derribando mitos y liderando desde la excelencia

Publicado el 3 de agosto 2022
  • Mujeres manejando grúas, supervisando la producción de cerveza o liderando las líneas de producción. Son las integrantes de CCU a lo largo de Chile, cuyas historias están marcadas por la determinación y el profesionalismo.

Han hecho carrera, se han instalado en cargos de liderazgo y han asumido tareas que tradicionalmente estuvieron en manos de hombres. Las mujeres han ganado creciente terreno en CCU y la empresa trabaja comprometidamente para seguir promoviendo su participación en diversos cargos y tareas.

“La visión de CCU es promover el balance de género como un valor que aporta a la diversidad y sustentabilidad en el negocio y, en este sentido, el objetivo es que a través de un trabajo sostenido y desafíos que se plantean año a año, ir mejorando en dos ejes principales: participación total y participación de mujeres en cargos ejecutivos”, explica Gabriela Ugalde , Gerente Corporativo de Recursos Humanos de la compañía.

Y para avanzar en esta línea, la empresa ha implementado diversas iniciativas, desde mentorías internas hasta cursos para las comunidades, gracias a los cuales se abren plazas de trabajo destinadas únicamente al empleo femenino. En esta nota, conoceremos las historias de tres de estas integrantes de CCU. Mujeres que inspiran y derriban a diario los mitos en torno a trabajar en el sector industrial.

Planta Antofagasta bajo el ojo agudo de Patricia

Patricia Ghinea (35 años) llegó en 2011 a la Planta Antofagasta de CCU para desempeñarse como Analista de Aseguramiento de Calidad. Tomaba muestras y auditaba la producción, pero esta tecnóloga médica de profesión tenía un interés natural por los procesos industriales.

“Me gustaba leer, le preguntaba a los operadores por su trabajo o cuando venía algún mecánico miraba lo que hacía”, recuerda Patricia, cuyo espíritu inquieto la llevó a escalar en su cargo y convertirse desde 2021 en Coordinadora de Envasado y Elaboración de esta planta. “Ha sido un tremendo desafío, porque no era netamente mi trabajo, pero de a poco me había venido acercando al tema y, la verdad, es que me gusta mucho lo que hago. Yo creo que me voy a jubilar acá”, dice con entusiasmo esta madre de un niño de 9 años.

Su labor consiste en velar por el cumplimiento de los tiempos, evitar mermas y, sobre todo, asegurar que los procesos se cumplan conforme a los estándares de la compañía. Una labor que hace liderando a un equipo de 35 personas, todos hombres dedicados a diversas tareas productivas. “Ellos son muy respetuosos y siempre hemos tenido cercanía. Como no es una planta grande, acá somos como familia”, asegura Patricia.

Beatriz, la poderosa de la grúa en la nueva Planta Embotelladora CCU Renca

“Si bien uno tiene la costumbre de mover un volante en el auto, las grúas funcionan diferente. Tienen la dirección en las ruedas traseras y hay que estar muy pendientes de los espacios. Aunque son más lentas, son equipos de fuerza y, si no hay precaución, el riesgo es altísimo”.

Beatriz Rosales (37 años) describe con seguridad el funcionamiento de la grúa horquilla que, desde octubre del año pasado, maneja por las instalaciones de la nueva Planta Embotelladora CCU Renca. Instalada sobre una máquina tan fuerte, parece difícil creer que antes organizaba eventos, especialmente cumpleaños para niños.

Vive a 10 minutos de la planta y, cuando escuchó del Curso de Grueros y Grueras que dictaría CCU para la comunidad, no dudó en inscribirse. “Se dio la oportunidad de aprender con una promesa de trabajo. Y yo creo que nadie lo creyó hasta cuando nos llamaron para firmar contrato”, recuerda aún con asombro esta madre de una niña de 7 años.

“Entramos a un mundo que era netamente de hombres. Desde la ropa, los baños, camarines… pero como era una planta nueva fue fácil adaptarla”, relata esta operadora de grúa, quien destaca el compromiso de la compañía con incorporar y acoger a sus trabajadoras.

“CCU tiene una disposición para la gente que no había visto en otras empresas. Es más, un ambiente familiar. Sabemos que tenemos que cumplir, pero si tengo algún inconveniente, una modificación de turno, siempre te ayudan a resolver. Existe esa facilidad para hablar y se nota un deseo de querer cuidarnos”.

Beatriz se proyecta en la empresa, “me encantaría durar hartos años. Ir avanzando y, por qué no, pensar en un cargo más adelante porque he visto que uno puede crecer acá”.

Eficiencia y excelencia operacional, la misión de Catalina en la Planta de Quilicura

Si alguien sabe de hacer carrera dentro de una empresa, es Catalina Jullian (43 años). Llegó a CCU en 2007 como alumna en práctica y, desde entonces, comenzó un camino que la llevó por distintos cargos crecientes hasta convertirse en actual Subgerente de TPM, Prevención de Riesgos y Servicio de la Planta Quilicura de CCU. Su tarea incluye asegurarse de que la empresa cumpla con todos los estándares de Total Productive Management (TPM), una exigente metodología que busca alcanzar la excelencia de las operaciones.

“El objetivo es reducir o eliminar pérdidas, ser una compañía mucho más eficiente y competitiva y, así, ir alcanzando los resultados que espera la empresa. Para lograrlo una parte clave es el empoderamiento de los trabajadores, la entrega de competencias y la optimización de los procesos”, explica esta ingeniera en alimentos que, además, estudió ingeniería industrial mientras ya se desempeñaba en la empresa.

“Toda mi vida laboral ha sido en CCU y me han acompañado en todos mis procesos. Es un lugar que te permite hacer carrera y también te apoya al hacer familia”, cuenta esta madre de dos hijas de 14 y 11 años, que asegura jamás haber visto una diferencia entre ella y sus compañeros de trabajo: “Las mujeres, en general, ven el área industrial muy masculina, sobre todo el área de cerveza. Y aunque se vea de ese modo, mi experiencia ha sido que, al menos acá, es super acogedor para las mujeres”.

** REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA ENCCUENTRO DE JULIO, PARA REVISARLO HACER CLICK AQUÍ