- Desde los cerros de Valparaíso, esta emprendedora nos cuenta cómo se reinventó en momentos difíciles y las claves para iniciarse en un negocio.
Durante dos décadas, María Cristina Aros (55) trabajó como cajera de una panadería. Tenía gente a cargo, gestionaba pedidos, pagaba sueldos y hacía que los números cuadraran. Todo marchó bien hasta 2012 cuando, tras la muerte del dueño del local, los hijos decidieron cerrar las puertas del negocio.
Con su esposo lejos del país por trabajo, un hogar que sostener y una hija con necesidades especiales, María Cristina debió reinventarse en un negocio que nunca había tenido en mente. Noches en vela y mucha determinación fueron claves para el éxito de esta emprendedora que hoy es dueña de dos minimarket y botillerías en el barrio de Playa Ancha: El Muro, negocio con el cual comenzó, y Rossy, el cual compró en 2019.
¿Cómo fue la experiencia de iniciar una botillería?
“Fue muy difícil al principio. Acondicioné un local en mi casa, empezaba a vender a las 8 de la noche y me amanecía. Dormía un rato en la mañana y luego tenía que levantarme a atender a mi hija. Después llegó mi esposo y empezamos a trabajar y meter más cosas”.
¿Cómo logró entender un rubro que no conocía de antes?
“Cuando compré la patente de cerveza contacté a un vendedor de CCU, Richard Aguirre, que fue el primero que llegó. Él fue importantísimo. Me enseñó a trabajar y hasta el día de hoy atiende mis locales. Richard me decía qué comprar, cuánta cantidad y me fue orientando desde el principio”.
¿Qué ha sido lo más difícil durante estos años?
“Lo más difícil fue iniciar el segundo negocio porque tuve que ganarme a la clientela, que estaba muy acostumbrada a la dueña anterior. Pero cuando tengo algo entre ceja y ceja, lo persigo hasta el final. Me tiré a la piscina y con simpatía me los gané y hoy me llaman hasta para encargarme el pan”.
¿Qué consejos le daría a una persona que está iniciando en minimarket y botillería?
- Orden financiero: “El orden financiero es clave. Saber cuánto entra, cuándo puedo comprar y mantenerse siempre ordenado para administrar bien el negocio”.
- Amabilidad: “La cordialidad y el respeto por el cliente es muy importante. Siempre ser amable y atender con una sonrisa”.
- Constancia: “Hay que perseguir los sueños. Tratar por todos los medios. Si tienes una idea, ganas de lograr algo, tienes que luchar por eso. Yo así lo he hecho. Hay momentos difíciles, pero yo considero que lo he logrado”.
REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA ENCCUENTRO DE MARZO, PARA REVISARLO HACER CLICK AQUÍ