La mujer que conquista a Arica con su botillería

Publicado el 14 de julio 2022
  •  Informarse de los productos, innovar con nuevas variedades e incluso realizar catas para sus clientes, han sido las claves para Danitza, quien desde 2009 posee una botillería en la ciudad de la eterna primavera.

Si alguien sabe de cervezas, vinos, piscos y bebidas, es Danitza Quispe Platero. A sus 53 años, la dueña de Botillería Camiña está al tanto de todas las tendencias, novedades e innovaciones de la industria, aunque difícilmente haya probado alguno de los productos que vende con tanto éxito en Arica. Y es que a esta madre y emprendedora no le gusta el alcohol.

Trabajó durante años en la fábrica textil de Wrangler hasta que, en 2009, las vueltas de la vida la llevaron a hacerse cargo de la botillería que hasta entonces administraban sus hermanos. No fue una decisión por gusto. El negocio enfrentó problemas y fue ella quien debió tomar las riendas, como parte de un acuerdo familiar. Así fue como pasó de los jeans a los alcoholes que nunca estuvieron en su lista de gustos. ¿Cómo lo hizo? ¿Cuáles han sido las claves para salir adelante? Aquí nos cuenta.

¿Cómo fue comenzar con la botillería?
“Antes de hacerme cargo a veces venía a apoyar los fines de semana, pero la verdad es que no sabía nada y tuve que aperrar. Fui aprendiendo y, a medida que me pedían alguna cosa, yo anotaba y lo conseguía”.

¿Quiénes cree que fueron claves para que pudiera administrar bien el negocio?
“La verdad es que aquí va todo de la mano. CCU para mí ha sido un gran apoyo. Confiaron en mí desde el principio y lo agradezco hasta hoy. Y hay que entender que esto es una cadena donde todos somos valiosos: yo estoy en el mesón, pero detrás tengo al vendedor, a los transportistas y hasta los peonetas. Todos somos importantes para que el negocio salga adelante”.

Las claves del negocio

  • Una botillería bien surtida. “Algo muy importante ha sido tener la repisa bien surtida. Por ejemplo, si hablamos de sour, tener todo tipo de sour y lo mismo con los vinos. Fue así como empecé. Aunque fueran tres botellas distintas, hacía lo necesario para tenerlas. Y siempre enganché con las promociones. A lo mejor no ganaba tanto, pero servía para captar clientes y grupos distintos”.
  • Escuchar las recomendaciones. “Es muy importante tomar las sugerencias de los vendedores porque ellos saben más. Me acuerdo de uno en particular que me sugirió cómo poner las repisas, armar los espacios, dar una mejor distribución de los productos, usar madera para los vinos, poner detalles de decoración. Me encanta que me visiten y siempre recibo las sugerencias”.
  • Adaptarse a las tendencias. “En la pandemia la gente empezó a buscar cosas distintas. Los clientes ya no quieren productos tan tradicionales, quieren probar cosas nuevas, cervezas premium, otros tipos de vinos, las mujeres quieren espumantes. Yo hago degustaciones en el local, leo las etiquetas de los productos, hablo con los vendedores y me informo para luego contarle a mis clientes”.

REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA ENCCUENTRO DE JUNIO, PARA REVISARLO HACER CLICK AQUÍ