Ignacio Vivanco, dueño de Los Buenos Muchachos: “Nos han recibido con mucho cariño. Muchos pensaban que habíamos cerrado”

Publicado el 20 de diciembre 2022
  • Aunque la incertidumbre sigue presente, pues aún no se concreta la expropiación por parte de Metro, Ignacio Vivanco está más tranquilo. El local de Cumming ha retomado su actividad y acaba de abrir una nueva sucursal en Patio Bellavista. Flexibilidad, creatividad y compromiso marcan este nuevo tiempo de “Los Buenos Muchachos”.

Ignacio Vivanco ha estado bien. Atrás quedaron los días más difíciles de su trayectoria como empresario, aunque precisa, la incertidumbre no ha pasado. En junio de 2021, en esta misma revista (para llet la entrevista, hacer clic aquí)  relataba la tormenta perfecta que aquejó a su negocio: el emblemático restaurante bailable “Los Buenos Muchachos”, de Ricardo Cumming, en el centro de Santiago.

Justo en momentos en que proyectaba una ampliación, Metro le anunció que expropiaría parte importante de su propiedad para la construcción de una nueva línea. Y, cuando apenas se reponía de ese golpe, le llegaron las esquirlas del estallido social, que afectó duramente la afluencia de público al centro de Santiago. Eso, sin contar con la abrupta aparición de la pandemia en marzo de 2020.

En cosa de meses el restaurante, que recibía mil personas cada fin de semana, se quedó sin clientes y cerró sus puertas. Sus ingresos se fueron a pique y su dueño se vio obligado a despedir a gran parte de su personal para evitar la quiebra. Endeudado con los bancos, transformó temporalmente su negocio en un delivery.

“Fue un período muy fuerte. Solo recuerdo las palabras de ánimo”, agrega.

Hoy Los Buenos Muchachos de Cumming retomó las parrilladas, los bailables y la fiesta. Pero de una manera diferente. En esta entrevista, Ignacio nos cuenta cómo ha logrado ponerse de pie y potenciar nuevamente su restaurante y su marca. Y también, ad portas de las fiestas de fin de año, comparte consejos y una deliciosa receta para celebrar de manera económica esta Navidad y Año Nuevo.

El local de Cumming reabrió, pero usted comenta que persiste la incertidumbre, ¿en qué pie está hoy el negocio Ignacio?
Aún no sabemos qué va a pasar, pues sigue el proceso de la expropiación que impactaría al estacionamiento del restaurante. Si bien esto no afecta el funcionamiento del negocio, sabemos que sin lugar para estacionar se hace más difícil atraer al público, sobre todo al almuerzo. Por las noches puede ser diferente, porque la gente está saliendo más a pie o en taxi por la inseguridad y para poder tomar alcohol de manera responsable. Somos de los pocos restaurantes con bailable que quedan en Santiago.

¿Cómo lograron salir de la difícil situación financiera del año pasado?
Tuvimos que vender propiedades y con eso pagarles a los bancos. Hoy tenemos una estructura más liviana. Muchos de los antiguos trabajadores no quisieron volver porque se fueron a vivir al sur o emprendieron sus propios negocios. Hicimos diversos ajustes: ya no abrimos de lunes a miércoles a la hora de almuerzo, cerramos la cocina más temprano en la noche (a las 12:00 am en vez de las 2:00 am) e hicimos cambios en la carta. Además, se han modificado las costumbres en este período.

¿Por qué lo dice?
Ya no recibimos mil personas los fines de semana, pero sí 700. Hay menos comidas de empresas. Hay menos ventas. Creemos que afecta la situación de inseguridad, pero también el momento económico que atravesamos.

Pero al mismo tiempo, han tomado riesgos. Al local que tienen en Buin sumaron uno nuevo en Patio Bellavista, ¿qué los llevó a dar ese salto y crecer en este contexto? ¿Cómo ha sido la experiencia?
Nos llamaron de Patio Bellavista para ofrecernos un local grande que se les había desocupado. Y aunque fui escéptico en un comienzo -porque tendría la misma comida, pero no el mismo concepto bailable de Cumming-, ha andado bien. Abrimos en enero, primero sin patente de alcohol. Luego comenzó a funcionar plenamente.
La gente nos ha recibido con mucho cariño. Había muchas personas que pensaban que habíamos cerrado. Llegan muchos turistas entre los clientes, buscando buena gastronomía y vinos a buen precio. Y hemos innovado. Acabamos de abrir un acuario con ostras y ostiones, entre otros mariscos, porque eso buscan los turistas cuando llegan a Chile. Este local funciona 24/7. Todo va bien aspectado, aunque por la incertidumbre en un comienzo no sabíamos si iba a funcionar.

 

La receta de Ignacio Vivanco

Y para finalizar Ignacio nos entrega su mejor receta para este fin de año. “Pensando en estas fiestas, en las que no se quiere gastar mucho, me tiraría con un buen pavo. Tiene bajo costo por kilo y es muy tradicional. Si la preferencia es carne, mi consejo es irse a la segura con el filete, que es más caro, pero tiene un buen rendimiento y gran sabor. Aquí les comparto mi receta de pavo”, comenta.

Pavo de Navidad de Ignacio (7-8 personas)

Ingredientes

  • 1 pavo de 2 kilos
  • Sal, pimienta, eneldo y mostaza a gusto
  • Jugo de limón y naranja a gusto
  • 4 manzanas en rodajas con canela espolvoreada
  • 3 cebollas
  • 3 tomates

Preparación

  • Rellenar el pavo con las manzanas.
  • Adobarlo con los aliños, mostaza, jugo de limón y de naranja durante dos horas.
  • En una fuente para horno, poner una capa de cebolla, tomates y trozos de manzana y ubicar el pavo adobado sobre ella.
  • Cocinarlo por dos horas y media a 120°-140° grados.
  • Se sugiere acompañarlo con papas duquesas, puré de manzanas y verduras salteadas.

** REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA ENCCUENTRO DE DICIEMBRE, PARA REVISARLO HACER CLIC AQUÍ