ABTAO, el gastrobar que le pone cariño y sazón chileno al barrio Bellavista

Publicado el 18 de noviembre 2022
  • Nació y creció en uno de los barrios más bohemios de Santiago, lugar donde también fundó un bar con comida con sabor criollo, buena coctelería y, sobre todo, cercanía y conexión con su creciente clientela.

Si alguien conoce el famoso Barrio Bellavista de Santiago es Roxana (42 años). Y es que ella nació ahí. Pedaleó por sus calles cuando aún era un barrio familiar, fue testigo de su evolución cuando se comenzó a mutar hacia un sector de restaurantes para estudiantes y oficinistas de la zona y, finalmente, se convirtió ella misma en una destacada locataria de este reconocido sector, hoy un destino imperdible de la bohemia y el disfrute de chilenos y turistas extranjeros.

Y eso no es todo. Su abuela era dueña de una botillería del barrio, la cual Roxana desde niña disfrutaba recorrer y atender la caja. La veta negociante conquistó luego a sus padres, que inauguraron en la zona el icónico bar La Nona.

Y hace 10 años, Roxana siguió lo que parecía un camino natural: Lanzó el gastrobar ABTAO, un espacio que honra la música y comida chilena, y que ha sabido sobreponerse con éxito a los embates de la pandemia, los coletazos del estallido y, aunque parezca extraño, también al desafío de darse a conocer. Y es que ABTAO se instaló en calle Dardignac, una ubicación que hace una década no tenía la abundancia de restaurantes y bares que hoy exhibe.

¿Cómo lo hiciste para darte a conocer cuando comenzaste el negocio?

Armé unos baldes con cervezas adentro, una idea que había visto en el verano. Eso llamó la atención y partimos siendo el bar que vendía baldes con cerveza. Nos poníamos de palo blanco afuera porque era muerto y casi no había gente para este sector.

¿Cuáles crees que son los atributos que más destacan de tu negocio?

La gente ama nuestra comida. Tenemos el Sándwich del pueblo, que es mechada, tomate, palta, más nuestras salsas y papitas rústicas. O la pizza Del campo de mi tata, que tiene ese nombre por su olor que nos recordaba al campo de nuestro abuelo. Tiene pomodoro, queso, tomate cherry, pimentón, albahaca y champiñones.

¿Qué consejo le darías a las personas que quizá están empezando un negocio como el tuyo?

  • Conectar con el cliente: Me siento con mis clientes, los saludo, les regalo algo…. Y eso lo aprendí de mi Nona. Ella y mis papás siempre me enseñaron la conexión con el cliente. Existe una buena onda familiar. Tenemos muchos clientes que nunca nos han dejado solos y eso es por la buena comida y la buena atención.
  • Escuchar, pero poner límites: En un momento, cuando empezaron las redes sociales, hacía todo: el negocio, las redes, la administración… y colapsé. Todo el mundo opinaba y me decía podrías hacer esto o lo otro. Yo creo que es importante recibir consejos, pero también saber poner límites porque a veces te van a colapsar. Hay que creer en la idea que uno tiene.
  • No hacerlas todas: Típico que cuando se parte uno quiere hacerlo todo, pero a veces vale la pena invertir en ese puesto y tú dedicarte a lo que tu negocio le va a servir para crecer más. No es fácil, pero te va a servir porque verás desde afuera y tendrás más tiempo para tomar otros riesgos.
  • Buscar ayuda del que sabe: Si bien nos destacamos por la comida, en el bar siempre buscamos ayuda para renovar nuestra oferta. Nos asesoramos con una empresa externa que nos hace clases, nos enseña tragos nuevos y nos mantiene actualizados.

** REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA ENCCUENTRO DE OCTUBRE, PARA REVISARLO HACER CLIC AQUÍ