- Desde sus inicios, la compañía se ha destacado por proyectar un modelo de negocios basado en la diversificación de productos, logrando participar en sectores claves en el rubro de los bebestibles.
La estrategia desarrollada para diversificar el portafolio de productos tiene sus raíces en el origen mismo de CCU. Con el aumento de la población y el desarrollo de los centros urbanos a lo largo del país, la demanda por las bebidas gaseosas y de fantasía fueron aumentando progresivamente.
Su incorporación al portafolio de las cervecerías resultaba natural, ya que, desde el siglo XIX contaban con redes de importación consolidadas para adquirir esencias, extractos y maquinaria, además de sistemas de embotellado y almacenamiento en frío.
El salto definitivo ocurrió en 1905 con el lanzamiento de Bilz, la primera bebida de fantasía en Chile, luego de que Andrés Ebner obtuviera en Múnich su licencia y fórmula. Tras la adquisición de la Fábrica de Ebner en 1916, CCU incorporó a Bilz a su portafolio. Y en 1927, lanzó Papaya Rex Imitation, comenzando así a pavimentar su camino en el mundo hacia otras categorías.
A través de alianzas estratégicas, la compañía amplió su oferta de bebidas saborizadas, tras firmar con Cadbury Schweppes en 1944 y PepsiCo en 1959, incorporando a su portafolio a Orange Crush, Canada Dry, y Pepsi-Cola, la segunda marca “cola” más grande del mundo.
En 1960, tras ver que el agua mineral envasada se estaba convirtiendo en un bien básico y que se transformaba en tendencia como símbolo de modernidad y salud, por sus cualidades terapéuticas, CCU anticipándose a lo que sería su crecimiento, ingresó a la categoría de aguas minerales con la adquisición de Cachantun.
Años más tarde, la compañía encontró en la industria del vino una oportunidad estratégica para expandir la multicategoría hacia negocios de alto valor y proyección internacional. Por ello en 1994 ingresó al mercado de los vinos con Viña San Pedro, una de las viñas más antiguas y emblemáticas del país.
Para comienzos de 2003, la CCU incursionó en el negocio del pisco, una de las bebidas más tradicionales del norte de Chile, con la marca Ruta Norte. Dos años más tarde, tras formar junto a la Cooperativa de Control Pisquero, Compañía Pisquera de Chile S.A. (CPCh), logró consolidarse en el mercado del pisco chileno, contribuyendo con su desarrollo a nivel nacional e internacional.
En 2006, la compañía marcó un nuevo hito, tras firmar una alianza con Watt ‘s para elaborar, producir y comercializar néctares, jugos, bebidas de fruta y lácteos. Un año más tarde, se asoció con Nestlé —empresa francesa— que lideraba el mundo de alimentos, para fortalecer su categoría de aguas minerales.
Así, desde sus inicios en una cervecería de Valparaíso, CCU ha desarrollado un modelo de negocios basado en la diversificación de productos; destacándose como uno de los principales actores en cada una de las categorías en las que participa.