“Cuando partes un restaurante no se trata solo de abrir la puerta y esperar a que lleguen los clientes. Hay que salir a la comunidad”

Publicado el 23 de noviembre 2021
  • Junto a su marido Jorge Armijo, Luisa fundó uno de los restaurantes más atractivos de Villaseca, en el Valle del Elqui, que destaca por su cocina solar y rescatar la identidad nortina en cada uno de sus platos.

Luisa Ogalde (45 años) creció entre cerros, sol y ganado caprino en su natal Villaseca, en pleno Valle del Elqui. Desde pequeña vio cómo sus padres emprendieron con la crianza de estos animales y fueron pioneros en el uso de cocinas y hornos solares hace más de tres décadas, gracias a un proyecto de la Universidad de Chile.

Siempre le atrajo esa identidad local, ligada a la tierra, la gastronomía y el paisaje de esa zona de la Región de Coquimbo. También la idea de instalar su propio negocio para potenciar, de esa manera, el crecimiento de su pueblo natal.

Con estudios de turismo y comercio exterior, Luisa forjó así su futuro. Junto a su marido Jorge Armijo, comenzaron su vida independiente como contratistas, luego como concesionarios de un restaurante y en 2018 crearon su propio local en el patio de su casa. Hoy el restaurante “Entre cordillera” destaca en la localidad como uno de los puntos gastronómicos más visitados por los turistas, los que llegan atraídos por su innovadora cocina local, calidez en la atención y ofrecer una experiencia única: degustar platos que son preparados en hornos y cocinas solares.

“Cada cliente que llega a nuestro restaurante es recibido por nosotros y conoce cómo realizamos nuestras preparaciones. Les damos una charla sobre la cocina solar, una degustación y un trato personalizado. Muchos de ellos vuelven después con sus familias”, cuenta Luisa.

Identidad propia: “Con mi marido nos propusimos que nuestro restaurante fuera diferente. No solo dando una atención personalizada y utilizando la cocina solar, sino que rescatando platos con productos de nuestra región donde la carne, queso y charqui de cabra son protagonistas. Hoy ofrecemos charquicán de cabrito, cabrito al jugo y chupe de cabrito, entre otras preparaciones”.

Innovación: “Si bien creamos este restaurante hace tres años, pasamos prácticamente uno entero cerrado por la pandemia. Entonces nos reinventamos haciendo delivery de pizzas y sándwiches. Así pudimos defendernos. De ese período nacieron la pizza y el sándwich arriero. La primera elaborada sobre la base de charqui con queso de cabra, tomate, cebolla y aceitunas y el segundo con mechada de cabrito deshilachada, cebolla caramelizada y huevo y pan casero”.

Perseverar: “Cuando partes un restaurante no se trata solo de abrir la puerta y esperar a que lleguen los clientes. Eso es difícil. Aquí no hay que rendirse. Hay que salir a la comunidad, darse a conocer y utilizar las redes sociales”.

Trabajo en comunidad: “Aquí tenemos el dicho de que el sol debe brillar para todos. Por eso no solo nunca hablamos mal de los otros restaurantes, sino que los recomendamos cuando no podemos recibir más clientes. Trabajamos colaborativamente por el desarrollo gastronómico de Villaseca”.

Alianzas estratégicas: “Para tener turistas permanentemente, trabajamos con agencias de viaje, hostales y cabañas. Antes de la pandemia recibíamos turistas de los cruceros. Ahora hay clientes nacionales y la temporada de verano se proyecta muy buena”.

REPORTAJE PUBLICADO EN LA REVISTA ENCCUENTRO DE NOVIEMBRE, PARA REVISARLO HACER CLICK AQUÍ